La lucha de los pobladores de Aysén es justa.
Es justo que las masas que conforman el pueblo exijan mejores condiciones
materiales. Chile como nación oprimida tiene una economía dislocada que no
responde al desarrollo nacional, ni tampoco sirve a las necesidades del
pueblo. El principal problema de Aysén no es su aislamiento geográfico, sino
que al igual que las otras regiones, está sometida al carácter rentista, es
decir, parasitario de la economía. Esto se refleja en que tiene cifras altas de
crecimiento (19,2%) y bajas de desempleo (3.5%), pero tiene una alta situación
de desigualdad y es la segunda región con la mayor precariedad laboral del país.
Los beneficios del crecimiento se los lleva un puñado de monopolios
expoliadores de los recursos.
En Aysén la tasa de pobreza es del 15,1%, según la encuesta Casen 2009; el costo de vida es mayor que el promedio nacional, situación que se agudiza por la condiciones climáticas extremas, muchas veces la leña se moja y el nivel de nieve entorpece el desplazamiento y en definitiva hace más dura la vida en esta zona. El carácter de la estructura productiva regional, basada en actividades como la salmonicultura y la construcción, hacen que el trabajo sea temporal, en donde los empleadores demandan “mano de obra poco calificada”, lo que tiene como consecuencia sueldos bajos y trabajos precarios. El viejo estado pretendió resolver esta situación implementando una bonificación a la Contratación de Mano de Obra en Zonas Extremas, que no es otra cosa que un subsidio al empleador y no un beneficio para el trabajador. Con todo, este bono hace que los trabajadores de Aysén reciban un 8% menos que los salarios del resto del país, en vez del 23% menos que recibirían si no se subsidiara al empleador.
Los 3 mil pescadores de la zona se han visto
afectados por los intereses monopólicos en la pesca. A nivel nacional
actualmente 9 grupos concentran el 90% de los principales recursos pesqueros.
Los pequeños y medianos campesinos exigen el mejoramiento de caminos. Los
pobladores de Aysén deben recorrer 1.100 kilómetros hacia ciudades mejor
equipadas como Puerto Montt, desplazamiento que incluye pasar por Argentina o
cruzar vía marítima, trayecto que dura al menos 36 horas.
Por todo esto y más, la lucha de Aysén es un ejemplo de unidad de distintas clases y sectores del pueblo: pescadores, campesinos, pequeña y mediana burguesía (colectiveros, camioneros, empleados fiscales y pobladores). Sin embargo, esta unidad adolece de una dirección clasista y revolucionaria, por eso en esta lucha contienden las posiciones del camino burocrático y del camino democrático entre sus dirigentes.
El camino burocrático se expresa en la
dirigencia que se levanta sobre el descontento del pueblo de Aysén, para
dirigirlo sobre la base del respeto a la legalidad burguesa: el rol que juegan
las ONG’S ambientalistas, verdaderas “recaudadoras de fondos”, basadas en la
tesis de la sociedad civil, es decir la conciliación de clases, impulsan la
demanda de plebiscito vinculante para decidir sobre recursos naturales,
sembrando con ello la ilusión de luchar contra los monopolios a través de la
misma legalidad burguesa que resguarda sus intereses. Los representantes de la
patronal multigremial de Aysén prefieren sumarse a este movimiento para buscar
frenarlo y en lo posible mantenerlos dentro de los cauces
institucionales.
El camino democrático se expresa en la violencia de las masas, donde destaca el rol de la juventud popular de Aysén. Estas luchas cuentan con un importante grado de organización, ya que la lucha callejera concebida como resistencia al viejo estado es validada por gran parte del pueblo de Aysén. Las madres de los jóvenes violentados por la represión empiezan a comprender el carácter de las fuerzas represivas, se suman a las denuncias y se cae el velo que oculta su carácter de guardianes del patrón.
Como estudiantes revolucionarios y populares debemos apoyar activamente esta lucha. Debemos desarrollar acciones de solidaridad con esta lucha del pueblo: rayados, volantes, conversatorios, denuncias en las asambleas, cortes de calles, marchas, etc.
¡Si exigir mejores condiciones de vida es un derecho, luchar es nuestro deber!
Frente de Estudiantes Revolucionarios Populares. F.E.R.P.
www.ferp-antiimperialista.blogspot.com
ferp.org@gmail.com 5 de Marzo de 2012
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